El lunes que viene, último día de guarde.

Hoy vengo a hablaros de las guarderías. No, no voy a entrar (hoy) de si cuestan muchos, de si son necesarias, de cuáles son los puntos que deberían tener para escoger una… no, eso lo dejo para otra ocasión.. (Me parezco cada vez más a La Historia Interminable y Michael Ende: Esta es otra historia y tendrá que ser contada en otra ocasión… aún estoy esperando…).



Cuando escuchaba hablar a las madres de toda esa lucha sobre los deberes a los niños, suponía que tardaría en llegarme el momento. Que siendo tan pequeñita, mi niña no tendría deberes. Y así es… ella no los tiene. Nosotros…es otro cantar. Jajajajaja.  La primera semana de llevar a mi peque a la guarde con 9 meses, recibimos un papel muy mono. En ella estaba dibujada las carabelas de Cristobal Colon. “Nuria” tenía que dibujarla y poner cuales eran los alimentos básicos que vinieron de las Americas. Ejem... claro: Nuria, dibuja una patata, por favor. Jajajaja. Aquello nos dejó ojipláticos. Pero claro, a lo largo del año, la cosa se fue complicando.


Hemos tenido de todo: Dibujos, disfraces, fiestas, manualidades varias… Tengo que confesar que personalmente me encanta. Además, desde que estoy en paro, pues oye, se hace con ganas y lo pasamos genial. Pero durante los 10 meses que estuve conciliando, fue duro. Por las noches nos poníamos a dibujar, o a construir el disfraz, porque… no es obligatorio, pero... ¿Cómo dejar a tu peque sin disfraz si los demás lo llevan? Además, te piden que sea casero para que no haya niños con disfraces churros y otros monísimos de la muerte. Pero.. ¿Y si no hay tiempo?


En fin, yo estoy muy contenta con la guardería que escogimos. Mi niña es feliz, adora a su seño y yo también. Pero es verdad que algunas cosas ya son para nota. La semana pasada tocó disfraz de Hawaiana, esta semana de egipcia. Menos mal que en agosto Nuria coge las vacaciones porque miedo me da cual sería el siguiente, jajajajaja. Eso sí, no se nos dan mal las manualidades. Aunque Nuria ha heredado la vergüenza ajena que tiene la madre y no le gusta hacer el tonto. Jajajjaa. Y eso que solo tiene 19 meses. Uffs. 

Sobreviviendo: puntualidad


Desde luego, la Naturaleza es sabia. Cuando se es madre, para sobrevivir, hay un fenómeno bastante curioso que es que se te borra el disco duro, la memoria, y empiezas de cero. Es más, tienden a olvidársete las cosas, no tienes tanto poder de retentiva… digamos que tu cuerpo se centra en el bebé y poco más. No penséis que se me ha ido la cabeza, eh? Que esto es verídico. Tenéis por ahí estudios que lo corroboran.

Aquello que fisiológicamente no se borra, es la propia madre la que hace borrón y cuenta nueva, ya os hablaré de esto más adelante, y hay otras cosas por las que no pasas y te cuesta sudor y lágrimas llegar.

Una de las cosas con la que lucho diariamente es mi necesidad patólogica de llegar puntual a los sitios. Siempre he sido hiper puntual. Es algo innato. En citas médicas y demás, necesito estar como 15 minutos antes. En citas con amigos me vale llegar 5 min. antes. Y en exámenes  uffsssss.

¿Tenéis dificultades para llegar puntuales a los sitios? Pues con niños y perro ni os cuento. Prepararlo todo para salir es una odisea. Si es simplemente para dar una vuelta, del perro basta que te lleves la correa y agua si vais lejos. Lo de la niña es para nota: el carrito, la bolsa del carrito con pañales, toallitas, una muda por si la caca escapa, algo de abrigo, zapatos de repuesto por si se mete en un berenjenal, algo para picar si no coge la hora de comer por medio, agua y la barrita que todo lo cura ( el antigolpes o árnica).

Si ya es para varios días, doy gracias a dios el haber jugado cuando chica al Tetrix porque lo necesitas. Cuando el maletero está casi condenado por un perro de 35 kilos, debes hacer maravillas con el resto del coche, para que sea seguro y quepa todo lo que tenéis que llevaros. Y siempre, siempre, te olvidarás algo.

Conste en acta que estábamos parados, recogiendo a Nuria de la guarde, disfrazada de pollito.


Suelo hacer la maleta el día anterior a la salida. Hago una lista de todo lo que quiero llevarme. El día “S” de salida nos levantamos prontito y empezamos a meter el turbo para salir a tiempo… Pero claro.. Niños y perros… uffs.
Arreglas todo, vas poniendo las maletas en la puerta, vas montándolas en el coche, coges las llaves, la correa del perro y… Ups, Nuria tiene un gran pipí y para no estar “X” horas mojada mejor la cambiamos. Dejas las llaves, dejas la correa, agarras la niña, vas al cambiador, la cambias, pones el pañal en una bolsa para no dejar nada que a la larga huela…. Vuelves a coger las llaves, la niña y correa y… Oye, ¿Nilo ha bebido después del desayuno? Yo no lo he visto. ¿¿Y cómo va a estar el animalito “x” horas sin beber? Sueltas la niña, las llaves, la correa y la bolsa del pañal y te acercas al bebedero e intentas que Nilo beba.  Nilo que se huele que hay “mambo” y no quiere quedarse en tierra, no quiere beber. Así que nos sentamos y hacemos como si fuera un día normal. (A todo esto el coche hasta los topes).
Hasta que no me pongo fregar, el perro no bebe. 35 minutos después, perro bebido, cogemos las llaves, la niña, la correa y la bolsa y un olor característico nos avisa que Nuria ha hecho aguas mayores. ¿Has hecho caca? ¿En serio? Vuelta a dejar las llaves, la correa, la bolsa y cambias de nuevo la niña, metiendo el segundo pañal oloroso en la bolsa para la basura.

Una hora y media después, logras salir por la puerta, descompuesta, y sin ganas de viaje. Te olvidas las llaves, la correa o la bolsa pestilente, o el perro. La niña no que llora a moco tendido porque ya está cansada de esperar.


Así que si alguna vez quedáis con una familia con hijos y perro, paciencia. Mucha paciencia porque no es fácil. Y no he metido la variable rabietas, y la famosa frase de “yo sola”. Con todo y con eso, cuando quedamos con alguien solemos ser puntuales, o como mucho de 5 a 10 minutos tardes. Somos unos cracks. 

“¿Y qué vais a hacer ahora con el perro?”

“¿Y qué vais a hacer ahora con el perro?”

Esta es la típica pregunta que te hacen cuando le comentas a alguien que te has quedado embarazada y evidentemente tienes mascotas. Podéis sustituir lo del perro, por gato, pájaro, hurón…. Es la pregunta que más me saca de quicio, porque por desgracia, junto con las vacaciones, es la mayor causa de abandono.

Tengo la suerte de que esa pregunta solo me la han formulado una vez, y claro mi contestación y mi mirada lo dijo todo. Las personas que me conocen saben lo que siento por mi perro. Es pura adoración. Es parte de mi familia, uno más. Así que si me preguntan qué voy a hacer con él, la verdad es que no me va a salir una respuesta agradable.



La convivencia entre niños y mascotas es maravillosa y muy productiva tanto a nivela anímico, a nivel de responsabilidad y madurez en los niños, y en cuanto a la salud se refiere. Evidentemente tenemos que tener el perro/gato/hurón… en unas buenas condiciones tanto higiénicas como de salud. DEBEN y esto es muy importante, ESTAR DESPARASITADOS tanto por dentro como por fuera. Una de las cosas que más se les pasa a los niños son las lombrices, y siempre hay que evitar la presencia de pulgas y garrapatas. Pocas enfermedades se transmiten del perro al niño, muy pocas, y basta con tener al “peludo” bien cuidado.

Existen varios estudios donde se indica que los niños que conviven con perros son más saludables, tienen menos enfermedades respiratorias, infecciones y desarrollan menos alergias. Curiosamente parece que el contacto con el gato no tiene un impacto tan grande en la disminución de esas enfermedades respiratorias, pero sí en disminuir el riesgo de desarrollar alergias.

Mi casa está limpia, o todo lo limpia que puede estar teniendo a un bebé de 19 meses y un labrador de 35 kilos. Juguetes y pelos hay por doquier. Todos los días paso la Roomba (objeto que en casa que tenemos en un altar, viva la roomba!!), pero es normal tener pelos en la ropa, en las manos, y como no te des cuenta, en la boca. Nilo está desparasitado, y más o menos limpio. Tampoco hace falta que lo estés lavando cada semana porque eso es contraproducente para el pobre animal. Se queda sin piel a la mínima de cambio. Basta con hacer lo mismo que con el bebé. Toallitas de bebé al canto y limpio y reluciente. Cuidado que hay animales que son alérgicos a las toallitas. Debemos hacer como nosotros, probadlo en una parte del cuerpo del animal, y si no tiene ninguna reacción, seguid usándola como higiene diaria.
A Nilo no le gusta el olor de las toallitas, pero… ¿Qué se le va a hacer? Jajajja. Solo las usamos cuando viene del parque hasta arriba de barro, el resto del tiempo confiamos en ambos sistemas inmunes, tanto el suyo como el de Nuria.


¿Os acordáis cuando dije que es necesario que el animal tenga una educación básica? ¿Que sepa obedecer las órdenes básicas? Pues una de ellas podría ser el reconocer cual es su juguete y cual del de la niña. Nilo no juega con nada de Nuria. Se acerca a olerlo, intenta cogerlo, pero basta con decirle: eso no es tuyo es de Nuria, cesa en el intento. Claro que no puedo decir lo mismo de Nuria. Le dices que ese juguete es de Nilo y le da igual, lo quiere… Así que tenemos que tener más cuidado con Nuria que con Nilo. Tengo un perro que vale un potosí.

En fin… resumiendo: Por favor, en la convivencia de niños y perros, basta con tener al animal cuidado. No cambiéis vuestras rutinas, no os deshagáis de vuestras mascotas. No los abandonéis. Ellos solo os tienen a vosotros, sois su mundo, no tienen nada más. Os adora.

Un regalo para toda la vida – Carlos González


Hoy vamos a salirnos un poco de la ficción, de las novelas.  Os traigo Un regalo para toda la vida. Ese libro IMPRESCINDIBLE cuando alguien va a ser madre. Si un familiar o amiga está embarazada, no lo dudes, acércale este libro y por supuesto a SAN Carlos González.
Carlos González es el pediatra que todo el mundo querríamos tener en nuestras vidas, pero como solo hay uno, pues nos contentamos con tenerlo en libros.
No solo me gusta leer cosas suyas sino escucharlo hablar. Busco en YouTube cursos o conferencias que imparte y me encanta. Es sincero, sin pelos en la lengua y un gran comunicador.



De libros tenemos:
  •          Mi niño no me come 1999
  •           Bésame mucho. Como criar a tus hijos con amor.2003
  •          Un regalo para toda la vida 2007

Estos están englobados ahora en un solo libro: Comer, amar y mamar.
  •           En defensa de las vacunas 2011
  •           Creciendo juntos 2013
  •          Lactancia materna, preguntas y respuestas 2016

Me gusta como narra, como describe. Traspasa su experiencia de padre de tres hijos y de pediatra de muchos más. Comenta los problemas que se ha encontrado en la consulta y lo hace llegar a más padres.



Cuando te quedas embarazada te embarga una gran ilusión, una gran alegría, pero te llenas de miedos y preocupaciones. Este libro, Un regalo para toda la vida, te hace estar preparada para algunos de los muchos obstáculos que te vas a encontrar una vez esté el bebé en el mundo. El primero es la lactancia. Es una decisión personal de cada madre elegir si darle el pecho o no a su niño. Pero una vez que decides, debes tener apoyo para seguir adelante. No es fácil, es bonito, es un momento dulce, pero es difícil y hay que prepararse. Hay madres que ayudan a otras madres. La liga de la leche como le llaman. Tuve la suerte de contar con ellas y que me ayudaran con muchas dudas. Aunque antes de eso, me había leído este libro y muchas cosas me las sabía.

Los primeros capítulos se encargan de explicarnos cómo funciona el pecho, la composición de la leche, las posiciones para dar de mamar y las consecuencias de las malas posiciones.
Cuando empiezas a dar de mamar, no sabes lo importante que es la posición hasta que no lo vives. Así que es uno de los capítulos primordiales. Además de saber la fisiología del pecho y como funciona, para callar más de una boca cuando te toque dar explicaciones de porque sigues dando pecho cuando podrías usar bibi. Recodad una cosa: La decisión de biberón o de lactancia materna es SOLO de la madre. Nadie tiene porque meterse en vuestra vida y criticaros por la elección, elijas una cosa u otra.

También nos presenta como influye el parto en la lactancia, cómo es el inicio de la lactancia y consejos para los primeros días en tema de higiene: Cómo son las cacas de los bebés, los gases, la dentición. Las distintas CRISIS de lactancia… primordial si quieres tener una lactancia prolongada… El peso y crecimiento de los bebés. Los problemas que pueden surgir con el pecho, qué hacer cuando se vuelve a trabajar, enfermedades de los bebés, medicamentos que pueden darse… Vamos… muy completito.


No siempre coincido en todo con este hombre. Es San Carlos González pero hay cosas que no llegan del todo a servirme. Pero oye, en lo suyo es el mejor. 

Lo dicho. IMPRESCINDIBLE mientras se está esperando un bebé. Ayuda muchísimo. 

Llegada del bebé a una casa con perro

Me ha pasado algo curioso. Eran muchas las cosas que me rondaban para comentaros en el blog. Siempre que iba andando y pensando, se me ocurrían cosas y siempre decía… si tuviera el blog operativo, lo contaba. Bueno, pues ya está aquí el blog. Me siento delante de la pantalla, me pongo a pensar, y nada! No se me ocurría nada con lo que inaugurar esta nueva temporada.

Pero, pero… ¿Cómo empiezo? … 15 minutos después llegó la inspiración:  ¡¡Pues por el principio!!
No, tranquilos. Lo de la semillita y tal, lo dejamos para otra ocasión que nos conozcamos más. :p Hoy me centraré en la relación entre Nuria y Nilo.
  


Una de las cosas que más nos preocupa cuando nos quedamos embarazadas, es cómo se lo va a tomar nuestro compañero peludo. No, no me refiero al padre de la futura criatura, que también según qué casos pueda llegar a preocuparnos, sino al peludín de cuatro patas, nuestro compañero fiel, nuestra mascota. Este es uno de los temas qué más salía a colación en mi época de veterinaria en clínica. Llegaban muchos jóvenes preguntando qué hacer para que el perro aceptara al bebé.

Pues permitidme que saque el mocho o plumero para quitarle el polvo a mis conocimientos veterinarios y os lo intento resumir.

Tenemos varias cosas con las que trabajar desde mucho antes que llegue el bebé.
Primero de todo, sentarnos cómodamente y ponernos a pensar cómo va a ser nuestra vida cuando llegue el lloroncete: Qué es lo que va a cambiar, cómo lo vamos a hacer, decisiones sobre normas básicas en las que no se transigirá con el perro… y tras esas bases sentadas, ir cambiando de manera progresiva y sutil, aquello que tenga que ver con él.

Una vez tenemos lo más básico y necesario, que es que tengamos nosotros las cosas claras, pensar en la educación del perro. Necesitamos que nuestro compañero fiel tenga una educación básica y necesaria para que no nos preocupemos en el futuro: que sean capaces de seguir órdenes básicas como: sentado, quieto, tumbado, ven, NO, tranquilo…. Si no es así, es un buen momento para ponerse a ello. Nunca es tarde si la dicha es buena.


Cuando ya tienes las normas planteadas con tu pareja, poneros a trabajar de manera progresiva. Si van a cambiar los horarios de salidas a la calle, la persona que lo saca, si cambia el horario de comidas, quién se la da, si elegís que no entre en determinadas habitaciones, que no entre en el salón, que se quede durante el día en el patio… todo eso hay que hacerlo de manera progresiva ANTES de que nazca el bebé. Para ir haciéndole la idea y que no sea todo de sopetón y sin hacerse el cuerpo, creando angustia y celos en el animal.

Todo el mundo conoce a su perro y sabe cuál es su talón de Aquiles. Hay perros que se asustan por todo, incluido los gritos o lloros de bebés; o son sensibles a los cambios. Pues para eso trabajar con estímulos. Podemos estimularle con grabaciones de llanto de bebé e ir subiendo de volumen hasta que se parezca lo más parecido a la realidad. Ir dejando las futuras cosas del bebé para que se vaya acostumbrando, como es la cuna, minicuna, carrito y demás cosas. O bien los olores futuros del bebé como puede ser las cosas de higiene (colonia, jabón…).



Cuando nos encontramos ante la llegada inminente, nunca hay que dejar al animal solo. Siempre con un familiar para que le dé compañía. Además, llevarle un trapo o toalla con el olor del niño y darle de comer, o jugar con él para que lo asocie a cosas buenas.

Una vez en casa, que la pareja saque al perro antes que llegue la madre. Luego que alguien se quede con el bebé mientras esta saluda al perro en condiciones: llevarán sin verse, en los mejores de los casos, tres días y estará ansioso por tocarla, olerla y jugar con ella. Una vez calmado, acercarle para que curiosee e investigue al bebé.
Ante todo siempre estar calmado y tranquilos para que no se sienta incomodo o tenso. Premiarlo cuando se acerque al bebé de manera suave. Nunca castigarlo o gritarle cuando lo haga.



Nunca dejar al niño y al perro solos hasta estar seguros que todo va a ir bien, y esto no es un día, dos, semanas o meses. Es incluso un año, dos o tres. ¿Por qué? Porque llega un momento en el que el niño no es un bebé tierno, sino uno que busca jugar y tocar, y meter dedos en ojos, pegar zarpazos o tirones de pelo.. y el perro puede revolverse si le duele.

Cuando nos vienen visitas a casa, importante que le echen cuenta también al perro. Que les den un premio, que jueguen con él para evitar los celos. 

Además es importante que cuando le echemos cuenta a nuestra mascota sea cuando el niño esté presente, así relacionará cosas buenas con el bebé. Como si él dijera: Jo, cada vez que se va el niño, me dejan de echar cuenta, quiero que vuelva.



Y nunca, nunca, aislar al perro. Es parte de nuestra familia, es un miembro más. Así que disfrutar de su presencia y hacerlo participe de todo aquello bueno que os pase. Serán amigos inseparables.

Dos más en la familia


Hace mucho tiempo abrí este blog para ir comentando con vosotros cositas que se me iban pasando por la cabeza o iba encontrando en Internet sobre perros, mascotas, aplicaciones, viajes y experiencias.

Tuve que dejarlo porque no tenía tiempo para llevarlo todo para adelante. Ahora la familia ha crecido de nuevo. Ya somos cuatro. Ha llegado Nuria.
Nuria es mi niña de 19 meses que nos trae locos a todos, tanto a nosotros los padres, familiares, amigos y por supuesto, a Nilo. Para comérsela es poco, pero.. ¿qué va a decir la madre?

Así que voy a modificar un poco este blog, para poder ir contando cosas de ambos, y compartiendo con vosotros algo tan bonito y a la vez tan difícil como es la maternidad.
Espero no aburriros y poder aportaros algo. 

Este blog es más personal si cabe que el otro. Desde ya voy pidiendo perdón porque habrá veces que no compartáis mis opiniones, mis puntos de vista, mis decisiones... Quiero saber todo lo que pensáis y que nos ayudéis a crecer como personas y como familia. Pero por favor, desde el respeto. 

Gracias por leerme y estaré también por este rinconcito. 

Boolino book box: El libro enfadado

¡¡Buenos días!!! Qué buena temperatura hemos tenido hasta ahora. Es verdad que era poco de verano, pero ha sido un buen respiro. Hoy os traigo otra Boolino Book Box, esta vez la del Libro enfadado.


Nuria tiene 19 meses recién cumplidos así que está acercándose peligrosamente a los dos años. Dicen que a los dos años comienza la aDoslescencia, época donde empiezan a ganar autonomía y a pedir un poco de independencia. Quieren hacerlo todo ellos y es la terrible época del NO. El caso es que como aun no pueden expresarse como lo hacemos nosotros, cuando se frustran, cuando están cansados, cuando necesitan algo, no tienen otra manera que llorando y explotando en las temidas rabietas.
Tengo que corregir al que dijo que la adoslescenciaempezaba a los dos años porque no es así. La mía lleva en la aDoslescencia como un mes y algo, aunque se está acentuando conforme pasan los días así que miedito me da.

El libro enfadado es un buen libro para explicar los sentimientos, en este caso el enfado y la alegría. Nos da puntos con los que trabajar con los niños, y qué mejor que aprenderlos ellos con un libro.

La boolino book box trae además del libro, un sobre para crear una marioneta, otro para hacer una botella de la calma y uno con una plantilla para pintar con pintura de mano tres caras: enfadado, menos enfadado y alegre.
El libro está enfadado, rojo de rabia, y su amigo el ratón lo va describiendo. Además, nos va contando las cosas que podemos hacer para calmar al libro. Que si dejarlo un momentito a ver si se calma; contar hasta 10, decirle cosas bonitas….. Poco a poco el libro se va calmando y cambiando de color. ¿Podrá el libro superar el enfado?


Para Nuria ahora mismo es uno de sus favoritos. Cuando le pregunto qué libro cogemos pone cara enfadada y entrecruza los brazos. Con ese gesto ya nos está indicando qué libro prefiere.
Importante en esta época la educación emocional, que puedan entender cada uno de los sentimientos que poseen para ponerles nombre. Este libro es una ayuda.


¿Os han montado vuestros niños, sobrinos, hijos de amigos, alguna rabieta de esas antológicas? Contadme, contadme!!